JUGANDO CON LAS PIEDRAS

En un lugar muy lejano, llamado América del sur, en la costa de un hermoso mar, cuatro niños pescaban para obtener el alimento diario para la familia. Jugaban con el agua y se divertían juntando caracoles y piedras que traían las olas. Tenían casi la misma edad, pero las alturas eran muy diferentes. Dos de ellos, altos y de pies grandes, otro delgado, de tez amarillenta y el último de pequeña estatura. No hablaban el mismo idioma pero corrían la misma suerte. Eran hijos de esclavos, de esos que llegaban encadenados en galeones españoles o de los que bajaban mobiliarios de regiones remotas. Algunas familias venían a ocupar el lugar en grandes haciendas y también los esclavizaban. Vivían en Lima, Perú, en unas de las tantas barracas, que los albergaban, cerca de pequeños cerros. Iban a pescar en lugares en donde había guardias custodiando que nadie escapara. Hacían pozos con las manos y se escondían allí en caso de verse en peligro y permanecían hasta el anochecer. U...