LA MAREJADA

 

  

Una vez, en una de las costas de Somalia, hubo una terrible tormenta con una marejada que dejó el lugar devastado. Hundimientos en la arena y tierra dejaron al descubierto, desechos que el agua había traído y dejado al retirarse. Los habitantes que se habían salvado fueron acercándose poco a poco para limpiar el lugar de tantos desperdicios.

    Pero alguien encontró algo, que los dejó paralizados. Una gruesa y muy oxidada cadena de hierro con una pulsera cerrada, que emergía de la arena. Quisieron levantarla, pero continuaba sujeta con algo que estaba enterrado. Trajeron herramientas y comenzaron a cavar, cada vez a mayor profundidad hasta que detectaron un objeto. Continuaron con la tarea y encontraron un enorme cofre. Entre varios lo fueron levantando. Su peso era muy grande, Cuando estuvo en la superficie, lograron abrirlo y estaba repleto de monedas antiquísimas de la China. Ellos sabían por transmisión oral que los chinos secuestraban africanos para ser tomados como esclavos y luego vendidos en los lugares que obtenían mayor precio, si erran sanos, jóvenes, y fuertes y si llegaban vivos en sus naos (embarcaciones chinas). Ese cofre, seguramente, había sido escondido, con un esclavo, atado por el tobillo con el grillete y enterrado con él, o dejado en el exterior para que sirviera como punto de referencia. Ellos no podían llevarlos a su país porque allí estaba prohibida la esclavitud, entonces los comerciaban por los mares a los reinos y luego se llevaban las ganancias para su Monarca.

   Entristecidos, los habitantes del lugar que habían recibido la historia de boca en boca de sus ancestros, se repartieron el botín y cada uno se lo llevó a su morada.

LA MAREJADA. Autora: Alcira Antonia Cufré. Buenos Aires, Argentina